LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN

Cuando hablamos de UPP, nos referimos a una de las complicaciones mas importantes que puede tener un lesionado medular, por ello, nuestro quehacer diario se encamina a evitar que aparezcan.
Sabemos de la incomodidad de tanto cambio postural, sobre todo en las horas de sueño, pero es imprescindible que cambiemos de posición cada 3 horas.
El 95% de ellas son evitables. Por tanto tenemos que hacer un trabajo conjunto con los pacientes y familiares enfatizando en la educación sanitaria y hacer visible esta lacra que si no se trata bien y no se le da la importancia que tiene puede acarrear consecuencias tan graves como la muerte.
Existen hechos contrastados con lesionados medulares muy ricos y famosos que han fallecido por infección generalizada (sepsis), provocada por una mala evolución de una ulcera por presión.
Por muchos apósitos, geles, cremas, aceites que pongamos sobre la herida, si no evitamos la presión sobre la misma de nada servirán estas medidas
Desde el momento del ingreso hasta el alta vigilamos los signos que nos alertan de la futura formación de una UPP. La aparición de zonas rojas (eritemas) sobre las zonas que apoyan sobre una superficie alertan del aumento de presión en una zona y  hay que evitar prolongarlo. Por ello es importante la inspección del cuerpo cuando realizamos la higiene, los cambios posturales o cuando vestimos o desvestimos a los lesionados.
Una UPP que aparece en pocas horas puede suponer meses de curación que al inicio de la lesión retrasa el proceso rehabilitador.
No existe casi ninguna complicación derivada de la lesión medular traumática o atraumática que haga, que en los inicios del cuidado de estos pacientes en las unidades de cuidados intensivos, no se realicen los cambios posturales necesarios. en la actualidad se cuentan con los recursos materiales como las camas de movilización y colchones de presión alternante que reducen ampliamente la posibilidad de aparición de UPP.
Os dejo un documento sobre que son, como aparecen y que hacer ante las úlceras



LA LLEGADA AL HOSPITAL

"Todo se nos hace un mundo". Son las palabras que oímos con frecuencia a todo el que llega al Hospital, sea paciente o acompañante. Y es normal. Habitualmente llegan desde otros hospitales, algunos lejanos con unas perspectivas creadas en el lugar de origen que a menudo son irreales, la familia lejos, dividida, con dos hogares abiertos, con las dudas del futuro, de la lesión o enfermedad que los han llevado a Toledo.
Si habéis estado en esta situación sabéis de lo que hablo. Si por azar de la vida y mala suerte tenemos que pasar por estos momentos, os recomiendo varias cosas.
  • Paciencia, son ingresos largos.
  • Abrid vuestra mente para recibir información, que al principio es muy abundante, pero quizás os sirva de poco si no sabéis filtrarla.
  • El servicio de Atención al Usuario, Psicología, Trabajo Social y personal Sanitario y no sanitario os ayudarán durante este periodo.
  • No os quedéis con dudas, preguntad todo. Observad todo lo que ocurre a vuestro alrededor, en la habitación, en la cafetería, en los pasillos, demandad a vuestros compañeros de habitación para que os cuenten su experiencia, sobre todo si llevan ya algún tiempo ingresado.
  • No hagáis planes a largo plazo, trabajad día a día.
  • Sed proactivos, cuando empieza la sedestación hay que intentar estar ocupado. El Hospital ofrece actividades de todo tipo, aparte de las meramente rehabilitadoras. Ocupad vuestras tardes, que en las mañanas no habrá tiempo casi ni de respirar.
Todos los consejos que se prestan tienen el único objetivo de ayudar en la rehabilitación integral. La inmovilidad es la punta del iceberg de la lesión, debajo de lo que se ve hay otras muchas dificultades que debemos afrontar y superar y para eso están los profesionales del Hospital, para ayudaros en el camino de la reinserción social.

Un ejemplo de lo comentado son las vivencias relatadas en este pequeño video sobre la información que reciben los familiares cuando llegan al Hospital. 



LA UVI



La UVI es una de las puertas de entrada al Hospital. 
No es una unidad de cuidados intensivos convencional.  Y no lo es, no porque se apliquen cuidados diferentes a otras unidades de hospitales gemerales, sino porque  son cuidados específicos para este tipo de pacientes, donde se inicia la tarea de rehabilitación integral, con tratamiento y cuidados tantos médicos como de enfermería, pero también fisioterapia respiratoria y física y apoyo psicológico tanto al paciente (si está en condiciones de recibirlo), como a la familia.

El régimen de visita es mucho más amplio que en otros hospitales y ello es una faceta que llama la atención a los familiares, que tienen una labor muy importante también en esta etapa.
Los profesionales altamente capacitados para el cuidado físico y también anímico hacen que la estancia sea bien recordada por todos los que pasaron por esta unidad.
Es importantísimo el cuidado personalizado, evitando complicaciones tan frecuentes en otros hospitales como las Ulceras Por Presión (UPP). 
La nutrición y la eliminación son tratadas con prioridad para llevar al paciente a las condiciones adecuadas para su recuperación.
Los cuidados respiratorios se aplican a pacientes con lesiones medulares altas o con complicaciones respiratorias previas. Desde el apoyo ventilatorio total en lesiones cervicales altas, hasta las desconexiones o destete del respirador en lesiones inferiores a niveles cervicales C3/C4,  Marcapasos Diafragmático, traqueostomía y todo lo relacionado con la eliminación de secreciones traqueobronquiales hacen de esta unidad quizás la más especializada en el cuidado del lesionado medular grave y lo que es muy importante, evitan muchísimas complicaciones que retrasan el inicio rehabilitador.
Al fin y al cabo es una unidad especial.